
Ni Quartararo ni Rossi. Quien ha terminado en el TT de Assen con la sequía de victorias de Yamaha ha sido Maverick Viñales, en plena ascendencia. Un clic se ha activado. Rápido ya era, pero fallaba en el inicio de las carreras. Ahora sale bien, y es capaz de luchar en cabeza de carrera desde el inicio, no viniendo de atrás.

Viñales ha agotado el cupo de mala suerte
Su situación comenzaba a ser peliaguda, undécimo en el campeonato y lo que es peor, tercera Yamaha de cuatro en pista, por detrás de la leyenda de cuarenta y el rookie de veinte. A su favor, estaba el podio de Jerez, y que en sus tres ceros había sido víctima de otros pilotos; pero eso no da de comer. Necesitaba las sensaciones que había sentido en Cataluña y que Jorge Lorenzo le impidió desarrollar, y hoy era el escenario para medirse de tú a tú con todos los gallitos del corral. ¿Todos? No. Hubo tres que se ausentaron.

Mala suerte para Lorenzo
El karma le tenía una sorpresa preparada a Jorge Lorenzo en los cronometrados en forma de lesión como Long Time Penalty, por la que había liado en Montmeló. Tuvo mala suerte en una caída que, mientras transcurrió por el asfalto era una deslizada, pero que, convertida en volteretas al ingresar en la escapatoria, le ocasionaron la ruptura de dos vértebras (6ª y 8ª) que le hacen ser baja para Holanda y Alemania.

Incomprensible pose
Alex Rins y Valentino Rossi se apearon en carrera. Este último no había venido mostrándose como rival en los entrenamientos, pero es sabido que en carrera se crece y quince victorias le contemplan en Assen. En Montmeló fue indulgente en sus declaraciones con el strike de Lorenzo, y esta vez, al caer en Assen en la cuarta vuelta se llevó puesto a Nakagami. Rins se cayó liderando pero en la segunda vuelta, con Mir a rueda, que en cuanto perdió la referencia dejó de ver la trazada y le colapsó el sistema, cayendo cuatro puestos. Se mantuvo el resto de la carrera en los puestos de cabeza -pocos días habrá aprendido como hoy-, hasta que el blando trasero no dio más de sí. Nos quedaremos con la duda de qué habría podido hacer Rins, su ritmo era muy fuerte. Las Ducati no eran rivales para Maverick. Su aparición en la parte alta de los clasificatorios obedecían más a vueltas rápidas que a solidez en el ritmo. Iban con la lengua fuera, y luchaban entre ellas, con Mir y Morbidelli de por medio.

El Diablo, un fiera
Los cocos para Mack eran Marc Márquez y Fabio Quartararo, a la sazón Campeón del Mundo en curso y el llamado a sucederle: un rookie con dos podios y tres poles en ocho carreras. Ha podido con ambos. El rookie aun está tierno de su operación del síndrome compartimental, y en el último cuarto de carrera dio por bueno un tercer puesto, que lo era. Su moto era la que más se movía, y además de haber liderado la carrera por primera vez –con resultados diferentes a los de Mir-, ha dicho haber aprendido mucho tras Marc y Maverick.

Pillándole el truco a la Honda
Marc Márquez valoró hasta dónde hincar el diente para hacerse con la victoria. En contra de la opinión de Honda, insistió en montar el blando trasero, al que según él, podía sacar mejor rendimiento que al duro, aunque sacrificase ritmo en las vueltas finales. En una carrera de grupo hubiera sido un error, pero Marc ha dicho haber aprovechado el ritmo de Viñales para escapar del grupo. Le bastaba -dijo- con distanciar a Rins, Dovizioso y Petrucci. Viñales no es rival para el título, pero seguro que le hubiera encantado disputarle la carrera. En el box les parecía fantástica la segunda posición, y así se lo hicieron ver en el muro, lo que en cierto modo era darle la razón en la elección de neumático. Tras la carrera ha sido Márquez el que ha desvelado todo este asunto, lo que viene a ser un mensaje al box: “mando yo porque mando yo, y además, ¿ves como tenía razón yo?”.

En Honda no lo tienen muy claro
Honda tiene un problema, porque tiene al mejor piloto, y si le hacen caso, Márquez gana, con la particularidad de que no hay otro piloto que sepa llevar la moto como él ni remotamente. La siguiente Honda es la de Crutchlow, 10º en el campeonato a más de 100 puntos y con 1/3 de los puntos que tiene Marc. El problema gordo no es si Marc se hace pupa, sino si Marc pilotará para la competencia para 2021, así que tienen que darle todo lo que pida, que a su vez agranda el problema. Lo único que sube es la cotización de Marc.

Clasificación de carrera
La carrera
La formidable salida de las Suzuki invitaba a pensar en un día glorioso para los de Hamamatsu. Tanto Rins como Mir se habían mostrado constantes en entrenamientos, y además habían clasificado bien. Las Yamaha de Quartararo y Viñales partían como favoritas tras la Q2, pero los ritmos eran parejos, así que la novedad era más bien la segunda posición de Mir, disputando hachazos a Quartararo y reivindicando su condición de rookie. Todo iba bien hasta que Rins perdió el tren delantero y sus opciones de carrera. Mir heredó el liderato, que le duró cuatro curvas, perdido sin la referencia de su compañero.

Disputó el liderato a Quartararo y a Viñales
No necesitó la referencia el francés, que lideró la carrera hasta que a 15 vueltas del final tiene que cortar gas ante los meneos de su Yamaha y Márquez le pasa efímeramente, porque el joven francés es corajudo y se la devuelve en la misma vuelta. Viñales pasa a Marc y se va a por Quartararo, al que supera a 11 vueltas del final. Márquez se da cuenta de que la intención de Viñales es marcharse, y se va tras él, superando al francés.

El más rápido en Assen
A 9 vueltas del final Viñales se va largo en la curva 1, y Márquez, al igual que hizo con Quartararo, aprovecha el error y ocupa el liderato. Viñales, al igual que Quartararo, no tarda ni una vuelta en devolvérsela, y comienza a tirar como un poseso, distanciando a ambos progresivamente. Márquez tuvo el tiempo suficiente para calibrar la situación y resolver por prudencia. Al llegar al corralito sonreía, en las entrevistas justificaba su gran carrera, mira qué lejos el resto, misión cumplida. De hecho ha apuntalado el Mundial un poco más. Pero de algún modo, se podía ver que la satisfacción no era plena, la jovialidad no era espontánea.

Clasificación del Mundial
La gloria es la motivación principal de cualquier piloto de motos. Desde lo alto del podio puedes hablar a tus rivales con la mente, con la mirada. Soy más rápido que tú. Te pulo. En cada carrera solo hay uno que le pueda decir eso a todos, y aunque Marc lidera el Mundial con mano de hierro, hoy ha sido Maverick el que ha podido decírselo desde lo alto del podio. En una semana, en Sachsenring, su coto privado, tratará de devolverle la cortesía. Ahora te pulo yo. Y sonreír, igual que hoy. Pero sin escozor.