
Labor de equipo. Nunca dejes que la realidad te estropee un buen titular. En este caso resulta difícil contenerse, pues el strike de Jorge Lorenzo -aun sin intención, precisión quirúrgica-, hizo más por su compañero de equipo –y líder destacado del mundial- que su rendimiento en todas las carreras anteriores. Solo se dejó a Petrucci y a Rins en pista.

Lorenzo, apuntando
Ya sin ironías, el viaje a Japón en busca de la ergonomía perdida resultó todo un acierto, porque para hacer lo que hizo, tenía que estar donde estuvo: el pelotón de cabeza. Las próximas carreras -antes del parón de verano de Julio- servirán para certificar si Jorge está ya a su nivel o si hemos visto un espejismo. Existe cierto paralelismo en la solución de los problemas de Lorenzo, en Ducati y en Honda. En ambos casos se han resuelto (o empezado a resolver más bien) cuando se ha hecho caso a Jorge en cuanto a la ergonomía y formas de la moto. Las dos veces ha sido demasiado tarde como para luchar por la temporada, pero en Honda han tomado medidas en la primera temporada del contrato, y a un tercio del coste que fue para los italianos. Han aprendido en dolor ajeno, todo muy oriental, muy Sun Tzu.

Rossi no se lo tomó muy mal
Lo que no ha hecho Lorenzo hoy ha sido amigos. En Yamaha ha sido menos grave, Rossi y Lorenzo ya no luchan por el mundial, pero hoy era ese día en que podían brillar, salvo que lo mismo pensaba Lorenzo. Rossi no se cabreó en exceso, al fin y al cabo él también venía un poco largo y se vio atraído por el desastre. Viñales bufaba al llegar al box e hizo alguna declaración destemplada, pero luego adoptó una posición más suave, destacando el aspecto positivo de haber estado delante al inicio de carrera. Alguien debió recordarle que su sanción de tres puestos en parrilla fue por un despiste suyo muy peligroso, y que podría haber acabado en tragedia. Lo de Lorenzo fue un borrón que, más tarde o más temprano, todos tienen en la culata de su revólver.

Frenazo a las opciones de Dovizioso
Andrea Dovizioso se lo tomó de una manera muy deportiva, si bien lamentó la distancia en puntos –ya 37- que Marc le saca y que hacen parecer el campeonato decidido, pero no es así. Es difícil que Marc mantenga la increíble media de puntos -20- por GP, Dovizioso lo sabe y confía en su regularidad.

Los beneficiarios de Lorenzo. Falta Márquez.
El mayor pecado de Lorenzo es la carrera de la que nos ha privado. El resultado puede que haya sido engañoso. Es cierto que Quartararo se había mostrado rápido y constante a lo largo del fin de semana, y que Petrucci viene de su primera victoria. Pero tras los primeros compases de la carrera, antes de la segada de Lorenzo, no parecían más candidatos al podio que Dovizioso, Rossi, Viñales o el propio Lorenzo. No iba a a haber sido una carrera de rookies, sino de viejos conocidos con cuentas pendientes en una pista que gusta a todos.

Clasificación de carrera
Hubo otros siete –fueron un total de once- pilotos que no terminaron la carrera. Al igual que el año pasado hubo muchas caídas, esta vez por poco grip, y se quedaron puntos sin repartir al 14º y 15º, por lo que más que la posición, es la distancia al líder en meta la que determina quién ha hecho una buena carrera y quién ha tenido la suerte de terminarla.

Márquez partía como favorito
La carrera
El aumento de la temperatura y la disminución de grip eran, a priori, una buena noticia para Marc Márquez, y era el único piloto que salía con el neumático delantero duro. Salvo las Ducati oficiales con combinación soft-soft y las Suzuki oficiales con medium-medium, no se repitió ninguna combinación de neumáticos, y estaba por ver quién había acertado.

Mundial tortuoso para Viñales
La mejor salida la realizó Andrea Dovizioso desde la segunda fila y comenzó comandando desde la primera curva. A su zaga iba Márquez con el poleman Quartararo detrás, que mantuvo el tipo hasta la curva cuatro, obligado a abrirse para no chocar con Marc. Llegaba pegado Viñales -nunca sale tan bien- y Jorge Lorenzo, en una de esas salidas fulgurantes con neumático frio a lo Wayne Rayney, remontando desde el 10º en parrilla. Petrucci y Rossi observaban acontecimientos, mientras que Morbidelli –que salía tercero- se hundía desde la primera fila hasta la segunda mitad de la parrilla, ya metabolizado el bofetón del sábado. Tampoco terminaría la carrera.

Petrucci y Quartararo completaron el podio
Casi todas las caídas se producen en los primeros compases. En la primera vuelta, Abraham y Smith, con el que choca Aleix Espargaró que, sin caer, se lesiona la pierna. Es en la segunda vuelta cuando Jorge Lorenzo finiquita la carrera que estábamos llamados a ver. Entra al embudo de la curva 10 apurando frenada para disputársela a todos. En ese momento Márquez se la disputa –y gana- al hasta entonces líder Dovizioso, y eso es lo que le libra de ser arrollado por su compañero, que se lleva a Dovi, éste a Viñales, y Rossi, que venía largo de disputar la frenada a Petrucci, se encuentra el pastel calabrés y no puede evitar la caída.

Rins pudo superar a Miller
La carrera se parte y Márquez escapa, ya hasta la meta, solo preocupado por gestionar la ventaja. A su espalda Petrucci provoca un tapón, que se esfuerzan por superar repetidamente primero Rins y luego Quartararo. El francés lo consigue y no así Rins, a punto de engrosar la lista de los pilotos caídos, en un lance a final de recta en su pugna con Petrucci. Finalmente se rehízo para alcanzar la medalla de madera, seguramente insuficiente para él, pues visto el ritmo mostrado, estaba para luchar con los cuatro caídos de cabeza.

Al fondo, Bagnaia estira las piernas
No fue una carrera aburrida, hubo movimiento y lucha por el podio, pero queda la sensación de que lo visto era la lucha correspondiente al 2º grupo, aquél que se ve al fondo de la pantalla mientras ves los hachazos entre los primeros espadas, y que a cada uno de ellos seguramente habría que sumar tres o cuatro posiciones al final de carrera. ¿O quizás no?

Clasificación general
Afortunadamente la próxima carrera es el TT de Assen, el mejor GP del año pasado, y en el que su trazado sinuoso nos suele ofrecer la esencia del motociclismo, ese veneno seductor y adictivo que atrapa hasta a los profanos: las carreras en grupo.
Buen análisis. 😉