

Clasificación de la Gran Paliza de Italia. Elaboración propia.
Con mantequilla sabe mejor, y si puede ser, en plato frío. La primera victoria -por paliza- de Jorge Lorenzo, justo en Mugello, deja en mal lugar a la cúpula directiva de Ducati.
En los últimos días, Ducati había dejado caer que no iba a renovar el contrato de Lorenzo en beneficio de Petrucci. Habían reducido a un error empresarial la audaz apuesta por el balear para 2017 y 2018, a 12 millones de euros la temporada, tragarse el sapo, y reconocer a Andrea Dovizioso como líder de un garaje enteramente italiano para 2019. La presión por parte de los medios italianos hacía más tragadero el reconocimiento del gazapo. “Es un gran piloto, pero no ha sabido adaptarse a la Ducati”fueron las palabras de Claudio Domenicali, CEO de Ducati. Jorge tenía vía libre para negociar su futuro fuera de Ducati. El tiempo había corrido en su contra debido a que casi todas las opciones de moto oficial ya están adjudicadas para 2019.

-“..lo del depósito, ¿de verdad has echado Monster?” -“Sí, al 2%..” Foto: MotoGP
Antes de la carrera y herido por esas declaraciones, Jorge respondió: “no soy un gran piloto, soy un campeón. Los dos próximos años seguiré en MotoGP, con una moto competitiva.” Estaba claro que las relaciones con Ducati estaban ya rotas por las dos partes, y que ambas dirían qué iban a hacer el año que viene tras el GP. A pesar del carácter del mallorquín, seguía teniendo valedores en Ducati, principalmente en el equipo técnico encabezado por Gigi D´Alligna, que quería seguir contando con sus servicios. Donde se había acabado la paciencia era en los despachos, el discurso altisonante de Lorenzo nunca ha ayudado, y el salario había de justificarse ante la afición –y ante Dovizioso-. Lorenzo sabía que tenía que negociar a la baja con Ducati, pero seguro que la oferta que le hicieron –si la hubo- debió parecerle inaceptable.
Jorge Edmundo Lorenzo Dantés culmina su venganza afirmando que la victoria ha llegado cuando por fin le han hecho caso a sus requerimientos, pero en cualquier caso ya tarde, con el pescado vendido y el amor propio por medio. La sensación ahora es que Ducati deja ir a uno de los tres mejores pilotos de la parrilla cuando por fin hace funcionar la moto, y además han tirado 24 millones de euros por el camino. Dovizioso tardó cuatro años en ganar una carrera con Ducati. Al error empresarial asumido hay que sumar, los resultados lo demuestran, la falta de visión deportiva en una marca que basa su esencia en la pasión por las carreras de los ducatistas. A nivel imagen, cagallón. Y encima, en casa.

Mugello, espectacular. Foto: MotoGP
Todo parece indicar que Jorge Lorenzo tiene más que apalabrada una Yamaha oficial en una estructura paralela, dinero a la baja y según resultados, pero le asegura una temporada competitiva el año que viene, la vuelta a casa. Además Maverick y Forcada no parecen hacer buenas migas, y aunque éste último y su equipo no siguieron a Lorenzo a Ducati, la necesidad puede obrar milagros. Como la realidad supera a la ficción, no es descartable que Rossi cuelgue las botas al término de esta temporada (hoy tenía muy buen rollo con Lorenzo en la rueda de prensa), y hay que recordar que aunque parece que está hablado y decidido, todavía hay asientos en las marcas japonesas que no están firmados a tarde de domingo.

El tweet premonitorio de Chicho Lorenzo.
En descargo de Ducati hay que decir que a toro pasado todos somos Manolete. En nuestro video-pronóstico previo a carrera del viernes sí contamos con las Ducati, pero no con Lorenzo. A pesar de haber encabezado bastantes vueltas a lo largo del año, siempre había sido en las primeras vueltas, para luego venirse abajo. Un tweet de @chicholorenzo (padre de Jorge) respondía a este respecto a @LucioLopezGP el sábado a las 8.03 pm de la tarde, dando la pista de que Lorenzo estaba on fire. En cualquier caso, tarde para nuestro pronóstico.

Lorenzo hizo una salida al uso. Foto: MotoGP
La carrera
Se sabía que era muy probable que Jorge saliera como un disparo desde la 2ª posición como viene siendo habitual. Había varias incógnitas por resolver: la actitud de Márquez en territorio comanche, el rendimiento de Rossi en casa desde la pole –y su Yamaha-, y cuáles de las Ducati terminarían en el podio si no todas ellas, al ser Mugello una pista favorable. Por último, las combinaciones de neumáticos en parrilla abarcaban todas las opciones dentro de las mismas marcas –salvando las Suzuki, las dos con medio-blando-.
La primera de las incógnitas en desvelarse fue la actitud de Márquez, que no sorprendió a nadie: salió a saco, 36 puntos de ventaja sobre Viñales, me vais a abuchear desde el podio, cabrones. Su ímpetu a lo jabalí le llevó a colarse en la primera curva e ingresar en la segunda a machete para conservar el tercer puesto, tocando a Petrucci como el que se sacude la caspa, que se salió perdiendo valiosos puestos; tras la primera vuelta Petrucci iba 8º, y mediada la carrera llegó a rodar 3º durante varias vueltas, pero sus neumáticos terminaron pagando el pato a final de carrera, terminando 7º.

Márquez fue a por lana y salió trasquilado. Foto: MotoGP
Salir desde la pole le valió a Rossi para estar en los puestos de cabeza desde el principio. Se lanzó en pos de Lorenzo, que se escapaba décima a décima, hasta que Márquez le rebasó en la segunda vuelta para tratar de alcanzar al balear. Marc, víctima de su ambición, era el único que había montado duro-duro de toda la parrilla, y en la vuelta 4 se reveló como una decisión equivocada: en la curva 10 se le cerró la dirección y se fue al suelo, para regocijo de unos cuantos miles de mindundis, que seguro son la vergüenza de la auténtica afición a las motos, sean de la nacionalidad que sean. Márquez puso en marcha la moto con la vana esperanza de cosechar algún punto, cosa que no ocurrió.
Tras la carrera Márquez declaró a Movistar TV que el duro-duro era el mismo de la temporada pasada que también le dio problemas, y que no estaba preocupado porque no tendría que vérselas con esa goma en otras pistas al ser un neumático exclusivo de Mugello. En su semblante se podía ver el escozor de haberse equivocado. Dadas las circunstancias, era una carrera para puntuar, no para ir a machacar al gusto. Crutchlow hizo 6º con el medio-medio, 10 puntitos a la buchaca, y tampoco se jugó el tipo. De Pedrosa poco que decir. Trató de recuperar lo que había encontrado en el warmup (salía el 20º), y terminó con Nakagami lo que Márquez había amagado a Petrucci instantes antes.

Perdió contra su compañero, pero se llevó 20 puntos. Foto: MotoGP
La caída de Márquez activó a Dovizioso, silente en la 5º posición, que tardó dos vueltas en ponerse segundo a la caza de su compañero. Lorenzo llevaba medio-blando, y Dovi duro-blando, y vuelta a vuelta se podía ver que fue Jorge el que acertó, esta vez no se iba para atrás, sino que abría hueco hasta los casi sonrojantes 6,3 segundos en meta a base de una consistencia pasmosa: en las primeras 14 vueltas rodó entre 1´48.1 y 1´48.3 –salvo un 1´48.5-, una precisión de relojero. Salvo las tres últimas vueltas (dos 49 bajos y un 50), todas las vueltas fueron en 1´48. Agüita.

Este es mi barrio. Foto: MotoGP
Quedaba la incógnita Rossi. Tras la carrera reconoció que salir desde la pole le había sido muy útil para estar delante desde el principio. Había peleado y estaba encantado con el podio, pero con un deje de amargura, porque lo que él quiere es ganar carreras, más aun en Mugello, y su Yamaha no le permite rodar tan rápido como las Ducati o Márquez. Pero sí con las Suzuki. Iannone se había mostrado como el hombre a batir, tanto en vuelta rápida como en ritmo de carrera. No fue así en carrera, las Ducati rinden a otro nivel con calor (curiosamente como sus motos de calle, pero en otro sentido), pero se mostró lo suficientemente competitivo como para pelear el podio con Rossi. Otro tanto hizo Alex Rins, con la particularidad de que no se le esperaba en la fiesta como a Iannone. Su 5º puesto a 22 centésimas de Iannone (4º) en casa del italiano dispersó las dudas que pudieran quedar en Suzuki sobre su elección por delante de Iannone para los dos próximos años.

Abraham, imperator de ceros. Foto: MotoGP
El caso es que el rendimiento de su Yamaha estuvo muy por encima de lo esperado en condiciones de calor. También parecía que Maverick (8º) estaría delante durante la carrera, pero sus opciones se diluyeron con una mala salida y malas sensaciones. Sólo mediada la carrera comenzó a rodar en tiempos mejores que en cabeza, pero sólo le sirvieron para acercarse a Petrucci en la línea de meta, con Bautista en la chepa. Su único consuelo es que es el único que ha puntuado en todas las carreras (junto a Petrucci), y que debido al cero de Márquez todavía puede pelear por el campeonato. Esperemos que su actitud en el equipo sea mejor que la cara que muestra a los medios, porque parece una olla a presión a punto de explotar. Ahí puede aprender mucho de su compañero de box.

Clasificación. Notable subidón de Dovizioso y Lorenzo. Elaboración propia.
Una buena actuación de Viñales en Montmeló puede añadir salsa al campeonato. Y si Lorenzo también se empeña en traer su receta –con mantequilla- de aquí en adelante, puede que empiece un segundo tercio del campeonato con nuevas variables. Rossi ya es 2º en el campeonato y otea la ultimísima posibilidad del 10º título, no lo dejará escapar, es el broche. Desde hace tres carreras Márquez venía demostrando ser una constante, pero vuelve a ser una variable, esta vez binaria, una para Cangas, otra para Tineo. Ha decidido que lo prefiere así.
Próximo episodio, GP de Cataluña. El vídeo-pronóstico, antes del FP1.
Seguimos sin acertantes, seguimos sin acertar: Este GP tampoco ha habido acertante del podio, pero un lector se ha quedado muy cerca, Ministro, que acertó el primer y segundo puestos, pero puso a Márquez tercero mencionando sus reservas por Rossi, que le hubiera otorgado la camiseta de LRDA. Ministro, has estado muy cerca, keep on rockin´!