Tras la carrera de Buriram en que se proclamó campeón del mundo, Marc Márquez dijo que la temporada 2020 empezaba en Japón este fin de semana. En sentido estricto no era así, porque para terminar la temporada 2019 había que conquistar la triple corona. Todavía faltaba el mundial de marcas -conseguido hoy- y el de equipos, para el que, aunque sea muy difícil, es posible que se baste solo: en las últimas tres carreras Marc ha conseguido más puntos que Dovizioso y Petrucci juntos. A falta de tres carreras, la emoción estriba en si puede conseguirlo, con la certeza de que su compañero de equipo no va a aportar mucho a la empresa.

Adelanta tarea para la temporada que viene Foto: MotoGP

A lo que se refería Márquez con empezar la temporada 2020 es que, en el instante anterior a la salida del próximo GP de Qatar, ya ha de ser primero en la clasificación del mundial, al menos en la mente de sus rivales. Para ello se está asegurando de que los conceptos impartidos en el curso 2019 arraiguen bien fuerte en la mente de sus rivales para que comiencen 2020 sabiendo lo que hay: Soy el mejor, y os voy a machacar. El que ose mirarme a los ojos, será el primer humillado.

¿Será 2020 el año del 20? Foto: MotoGP

Porque parece que ya hay alguien dispuesto a mirarle a la cara. Fabio Quartararo es la figura que necesita un mundial cuyo subcampeón de oficio no levanta pasiones. Dovizioso ha ganado a Márquez numerosas veces en el mano a mano, pero casi siempre reactivamente, es decir, a la defensiva y en situación de superioridad frente a un Marc siempre ahíto de victoria. El francés sin embargo le mira de tú a tú con la inocente insolencia que solo puede aflorar con escasos veinte años. En cierto modo, se parece a la relación que tenía el propio Marc con Valentino durante 2013 y 2014, y que en 2015 derivó en lo inevitable: la lucha por el mejor palmarés de la historia. Está por ver que Quartararo pueda aspirar a un palmarés semejante, pero tiene talento para estropear alguna temporada al ilerdense, y eso iría en contra de su idea de aplastar a Rossi. Lejos quedan los días de risas y entrenamientos en el ranch, que no era sino una estrategia de Valentino para estudiar a Marc.

Clasificación de carrera

Hoy Marc le ha enseñado a Fabio el reverso de la moneda de Buriram. Allí, Quartararo hizo el desgaste y perdió en la última vuelta. Hoy ha ido con la lengua fuera desde el principio y no ha tenido oportunidad alguna. Pero, si Marc marca terreno, es porque siente que tiene que hacerlo. La intimidación es parte del juego, sea con muestras de fuerza, técnica o inteligencia, y Fabio sabe que empieza a poner nervioso al macho alfa. En el corralito Marc se lo ha hecho saber entre risas: “lo de rookie se acabó ya”.

Dovizioso, de recados por la M-30 Foto: MotoGP

Dovizioso hizo una carrera de menos a más y terminó el fin de semana mucho mejor de lo que parecía iba a ser, como es norma habitual. Gana duelos a la defensiva, y es tan soseras en general como bocazas en la intimidad, pero los domingos puntúa, y eso es muy bueno en un equipo oficial, pero como complemento al número uno. En Ducati necesitan un piloto killer, ya sea Márquez o el anti-márquez. Lo tuvieron con Stoner, con Rossi -ahí fallaba la moto-, y una vez ficharon a Dall´igna, también con Lorenzo. Ese fue un momento clave en el que, por lo que sea, los agentes involucrados en la operación (Lorenzo, Domenicali, afición, periodistas…) no supieron leer la asimetría de los tiempos según transcurrían. Hoy, todos sabemos lo que podría haber sido, pero entonces nadie lo supo ver. Lo más triste es que el desastre es superior a la suma de los errores: Ducati no ha ganado el mundial, la carrera de Lorenzo se ha precipitado, e incluso Honda ha quedado con el culo al aire. La suerte del campeón solo sonríe a Marc Márquez, y está por ver si también le sonreirá a un francés que pasaba por ahí y que no es Fabio Quartararo, aunque sí campeón del mundo -un par de veces- y que tampoco esta teniendo un buen año: Johann Zarco. A riesgo de ser reduccionistas, la semana que viene sabremos de qué madera está hecho. Down Under.

Recién salidos Foto: MotoGP

La carrera

Si bien la carrera sirve para sacar conclusiones, decir que fue aburrida no es faltar a la verdad. Un espejismo en forma de adelantamiento de Quartararo a Márquez se desvaneció en la curva siguiente. A partir de ahí Márquez los puso en fila con un ritmo -de 1´45 alto- que solo pudo seguir Quartararo durante un par de vueltas. El resto de la carrera solo tuvo que mantener un cómodo 1´46 con el que el resto iba asfixiado.

Tercero, cuarto y quinto Foto: MotoGP

En los primeros compases parecía que el tercer escalón del podio se iba a jugar entre Miller, Morbidelli y Viñales, pero los dos primeros solo pudieron jugarse el quinto puesto con Crutchlow y Rins -que tenían buen ritmo-, penalizados por la posición de parrilla. Maverick estuvo a rueda de Dovizioso toda la carrera, y cuando éste adelantaba posición a Miller y Morbidelli, Viñales hacía lo propio, no pudiendo disputar el podio al final de carrera al italiano.

Si no es una moto fea, que baje Dios y lo vea Foto: MotoGP

Márquez tuvo problemas con el consumo de su RCV, que le obligaron a bajar el ritmo a 1´47 en las dos últimas vueltas; por eso las diferencias de tiempo en meta pueden llevar a una conclusión equivocada respecto a la suficiencia de la victoria de Márquez. Eso sí, en la vuelta de honor se quedó sin gasolina.

Jorge Lorenzo, cada día más avejentado Foto: MotoGP

El trazado de Motegi premia la potencia de las motos, y por eso no se suelen ver carreras en grupo. Los que tienen menos motor se la van jugando en las frenadas para recuperar lo perdido en las aceleraciones, y eso provoca cortes en los grupos, y finalmente se ven carreras aburridas. Todo lo contrario que Phillip Island, el circuito que la semana que viene acoge el GP de Australia y que siempre brinda unas carreras magníficas en todas las cilindradas. Una de las noches mágicas de la temporada.

Clasificación general

Un detalle extra: esta semana ingresa en el Olimpo de la Sabiduría uno de nuestros avezados lectores, Ignacio González, que ha acertado el orden del podio de la carrera de MotoGP. Tendrá su ejemplar único de la Camiseta de la Sabiduría (edición Motegi 2019)antes de que acabe la temporada y podrá mostrar ante sus allegados que, cuando de carreras de motos se trata, sabe de lo que habla.

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