
A falta de rey, el mundial ha visto cuatro nuevos ganadores de un Gran Premio de MotoGP. No hay un sucesor natural a Marc Márquez. Una serie de pilotos entre los 20 y los 25 años han tomado el mando por turnos, en lo que es la República de los Muchachos. Franco Morbidelli se ha unido a ellos, mientras que Andrea Dovizioso, el señor de las moscas, se aúpa al liderato de la clasificación merced a un deslucido séptimo puesto.

Andrea, desde atrás, todo lo puede Foto: MotoGP
Si a los tres primeros clasificados se les da 25, 20 y 16 puntos respectivamente, que el líder de la clasificación general promedie poco más de 12 puntos por carrera da una idea de lo que repartido que está el premio y el fracaso. Hay para todos, oiga.

Maverick Viñales, observado Foto: MotoGP
Antes de GP se suponía que Yamaha venía en desventaja porque dos razones. La fragilidad de los motores es conocida por casi todo el mundo, pero a eso se suma que era la única marca que no había hecho test previo en el circuito Marco Simoncelli, recientemente reasfaltado. Después del FP1, se pudo ver que no era necesario. A lo largo del fin de semana se pudo ver que las Yamaha parecían imbatibles, merced a su elevada velocidad de paso por curva. Maverick Viñales parecía el más fuerte, marcando el record de pista y la pole position.

Pocos le ponen cara a Franco Morbidelli Foto: MotoGP
Franco Morbidelli también había mostrado mucho ritmo, y advertía antes de la carrera de que era cierto que tenía ventaja sobre los demás, incluidas las Yamaha oficiales, en el paso por curva, pero que era una ventaja muy difícil de explotar, a menos que tuviese pista libre por delante. Al marcar el segundo mejor tiempo en los entrenamientos clasificatorios, él mismo se estaba poniendo presión de cara a la salida. Maverick reaccionó una milésima tarde al apagado de semáforo. Morbidelli no y llegó primero a la primera curva, para no abandonar el liderato hasta el final.

Nos tiene que decir dónde está la fuente de la eterna juventud Foto: MotoGP
Valentino Rossi fue su única inquietud durante el primer tercio de carrera. Los seguidores de Viagro (¿su casco era un canto a la honestidad o sentido del humor?) pudieron fantasear, primero con la victoria, luego con el podio y finalmente con 13 puntos. La triste realidad de Rossi es que no estando Márquez, va sexto en el mundial y no da señales de poder en pista con los jóvenes republicanos. La pasada de Joan Mir en la última vuelta es la perfecta metáfora de su carrera, en la que a pesar de hacer actuaciones correctas (para la edad que tiene), hay cosas que ya no ve venir. Sería una pena que arrastrara su palmarés por los circuitos más allá de lo necesario. Su capacidad de generar dinero no terminará con las carreras y empieza a parecer una negación tipo Dorian Grey.

Bagnaia volvió como los grandes Foto: MotoGP
Miller anduvo en su línea, de más a menos. Su compañero Bagnaia, en muletas hasta la moto, dio una lección de pilotaje y pundonor. La carrera de la semana que viene va a ser mucho más que interesante, porque los de Suzuki también están ahí. Mir ha repetido podio y está 4º en la general a 16 puntos en plena trayectoria ascendente. Rins, con 40 puntos, tiene ya pocas opciones con 200 puntos por disputarse, pero entre Andrea Dovizioso y Takaaki Nakagami (9º) no hay una carrera (25 puntos) de diferencia. Las casas de apuestas se van a forrar, y algún espabilado, también.

Las KTM, de permiso Foto: MotoGP
Mutis por el foro de KTM, desaparecidas de escena. Solo Pol entró en el top 10, a 2 segundos de Dovi, tercera Ducati en pista tras las de Bagnaia y Miller, con un resultado indigno para comandar una clasificación. Peor lo hicieron Petrucci y Zarco, aka Curro Romero, con serios altibajos en su rendimiento. Su compañero Rabat es más constante, pero menos sonante. Hoy se cayó, igual que Fabio Quartararo, Napoleón en Waterloo. Con la recién adquirida responsabilidad, al francés le crecen los problemas. Su lugarteniente, Franco Morbidelli, se ha alzado en San Marino.