
Estaba en muchas quinielas para el podio, pero pocos le daban como ganador, y no será porque no había avisado. A principios de temporada, Álex Rins declaró que la primera victoria llegaría este año, y que no descartaba luchar por el título a lomos de su Suzuki. No era una declaración de intenciones, sino un pensamiento sincero. Poco dado a bravuconadas y alharacas, ha tardado 3 carreras en cumplir su profecía, y si bien ha sido sobrevenida por la caída de Marc Márquez, ha disputado la victoria al mismísimo Valentino Rossi (2º), dottore en el cuerpo a cuerpo y el mejor frenador del Mundial con la venia del hasta hoy líder de la clasificación general.

Rins nunca olvidará su primera victoria en MotoGP
Decía Toni Elías durante los entrenamientos del GP que era increíble lo superior que era Márquez al resto de sus rivales en la frenada de la curva 12, la más fuerte del Mundial y situada tras una recta de 1.200 metros. Lo era porque buscaba los límites más allá de lo prudente, hasta que en carrera, tras 8 vueltas rodando destacado, aparentemente yendo a por su séptima victoria consecutiva en COTA, ha perdido el tren delantero. Algunos lo ven como falta de humildad, pero quería mostrar otra vez su superioridad en las pistas americanas antes de la llegada a Europa, donde quizá sea más difícil distanciar a sus rivales, y se ha encontrado con el fantasma de 2015. La cruda realidad ha mostrado que, visto el ritmo de sus rivales, no necesitaba forzar tanto el ritmo.

El Mundial, patas arriba
Márquez ha rodado las siete vueltas lanzadas en que ha estado en pista por debajo de 2´04.5, mientras que la mejor vuelta de Rins en carrera ha sido 2´04.6. Esto no le quita valor a la victoria de Álex, que salía séptimo, pero revela que hasta la caída de Marc la carrera estaba siendo rápida. A pesar de lo que dijera Rossi tras la carrera, el ritmo por detrás era lento, y entre los perseguidores de Márquez, era Rins el que mostraba la progresión más determinada. Ya en la primera vuelta fulmina a Pol Espargaró (8º) –lógico, el ritmo del de KTM en carrera era 1,5 segundos más lento que en cabeza- y a Maverick Viñales (12º), que necesita mejorar sus inicios en todos los sentidos. Tras la aplicación de una sanción muy severa a Crutchlow en Argentina por jump start, era esperable por lo menos el mismo rasero en las siguientes carreras para no hacer distinciones, por absurda que sea la aplicación del reglamento, y fueron Viñales y Mir (17º) los que pagaron el pato. Sus reacciones en salida fueron del tino de la de Cal en Termas, quizá incluso más flagrantes (aunque tampoco ganaron tiempo con la maniobra), por lo que la sanción era inevitable. Una factura cara sobre todo para Viñales, que sin sanción podría haber hecho podio. Que hayan sido españoles los protagonistas no tiene que ver con la aplicación del reglamento, pero alivia la presión de la afición y prensa anglosajona sobre Dorna. Paradójicamente, Freddie Spencer ha vuelto a ser noticia para poder dejar de serlo.

Mundo loco
Gran carrera también de Valentino Rossi, perfectamente capaz de disputar una carrera a cualquiera de los cachorros de MotoGP siempre que el ritmo no lo marque Márquez. Lo mismo vale para Rins y Dovizioso (4º) en lo que vamos de temporada, 9 puntos les separan en la clasificación, si bien de los cuatro de arriba solo Marc tiene un cero. Este año la regularidad será muy importante, para muestra Petrucci, que abonado al 6º puesto en las tres carreras disputadas, es 5º en la general. Volviendo a Rossi, hasta 3 vueltas del final parecía el seguro ganador, pues Rins todavía no había mostrado poder ganar una carrera, y lejos de ser una quimera, lo que hacía Rins era marcarle agazapado a la espera de un error, que Valentino cometió al principio de las enlazadas. Viejo zorro, sabía que debía devolvérsela lo antes posible, no fuese a ser que Rins se viera con posibilidades, y al final de la recta de atrás le disputa la frenada, que gana Valentino, pero se va largo y Rins prende la primera posición de nuevo hasta el final. Debieron ser las vueltas más largas en la vida de Rins, su ídolo de juventud, 9 veces Campeón de Mundo, a rueda. No se amilanó el barcelonés, pilotando esas tres vueltas con su estilo fino, preciso, seguro.

Jack Miller, con las gafas de Sara Montiel
Jack Miller fue el tercer ocupante del podio, primera de las Ducati y con ritmo superior a las oficiales –que es su carrera-, pero aun y así le supo a gloria a pesar de no haber podido luchar por la victoria. Está haciendo un gran inicio de temporada y estaría más arriba en la clasificación general de no ser por el sillín volador de Qatar.

El yerno perfecto: Dovi sabe estar incluso cuando no está
El que fue el rey del bazar –compro barato, vendo caro- fue Sottovoce Dovizioso, medalla de madera, pero sumó 13 puntos que le aúpan en la tabla como nuevo líder. Su carrera fue meritoria, pues partía 13º merced a una pésima estrategia en la Q1, demasiado tiempo en boxes. Su mérito fue la primera vuelta, tras la que se situó sexto. Hasta mediada la carrera se las vio con Morbidelli (5º) al que finalmente distanció, y las caídas de Crutchlow y Márquez hicieron el resto. No se puede sacar más por menos.

Sin la sanción, Maverick podría haber luchado por el podio
Carrera horribilis pues para Honda, que a las caídas de sus pilotos más rápidos sumó otra avería en la moto de Lorenzo, que tampoco es que fuese destacando. Algún fallo hay en el diseño de la transmisión final de la RCV o en los proveedores de material de Repsol Honda que rápidamente deben resolver, pues la aparentemente misma avería en dos GGPP seguidos en las motos de Márquez y Lorenzo no son de recibo para el mayor constructor de motos del mundo. Esperemos que no se reproduzca en las motos del LCR Honda. Solo Nakagami (10º) puntuó, pero a 31 segundos de la cabeza. No es para presumir precisamente.

La media de puntos de Marc por GP ha bajado de 22,5 a 15
El Mundial regresa a Europa, y lejos de lo esperado, ha habido tres ganadores distintos. Es cierto que Márquez es el más fuerte, pero su enemigo principal es él mismo. Quizá va con el pincho para evitar polémica en pista, o para machacar en lugar de ganar al estilo Doohan, pero no es lo que necesita para volver a ser campeón en 2019. Sus rivales saben lo que tienen que hacer –no pueden hacer más tampoco- y por ahora les salen las cuentas. Jerez es un circuito que todos tienen por la mano y en el que casi todos los pilotos oficiales -y algún privado- tienen algo que decir, y tendremos una medida de lo que nos espera durante las próximas carreras. Aun estamos a la espera -todo llegará- de que los que son y no están –Viñales y Lorenzo- se sumen a la fiesta, y Jerez puede ser el escenario apropiado. Pronóstico difícil.
Una pena lo de Honda , si hubieran estado ( claro está Márquez ) hubiera sido otra carrera totalmente diferente o no 😂