
Wayne Rainey entra en el saco de aquellos pilotos que supieron ver pronto el valor de la regularidad para conseguir un título. Se suele decir que el título de 1993 era suyo, y que heredó Schwantz, textualmente por accidente. Lo cierto es que no es el primer título que perdió así. En 1989 estuvo a punto de ganar la corona al su todavía amigo Eddie Lawson. Pero Rainey se cayó en Anderstorp cuando iba líder del mundial y solo quedaban dos carreras. Con un poco de suerte, hubiera tenido al menos cinco coronas, todas ellas consecutivas, antes de que pudiera lograrlo Michael Doohan.
Pero es que el australiano perdió así también las coronas de 1991 y 1992 que se llevó Rainey. El propio Wayne da valor a la corona de Schwantz, porque el texano le apretó las tuercas hasta el punto de cometer el fatal error de Misano, como también hizo Eddie en el 89 en Anderstorp. El título es para el que mejor lo hace en el cómputo de la temporada, no para el que mejor venía haciéndolo y luego se lesionó.
Así, Rainey tiene tres títulos, todos ellos consecutivos, y contra todos los pilotos protagonistas de la era dorada de las 500cc. A la altura de Kenny Roberts, su mentor y amigo.
Eddie Lawson y él se distanciaron a finales del 92. Rainey había conseguido que los pilotos defendieran sus propios intereses en temas como las primas y la seguridad. El circuito de Interlagos, penúltimo del mundial, había hecho algunas reformas en su peligroso trazado, y la asociación de pilotos creada por Rainey mandó a De Radigues para supervisarlas. Éste dio las reformas por buenas. Una vez llegado el mundial allí, comprobaron que en mojado la pista era un peligro, por lo que hubo un amago de boicot por parte de los pilotos.
Rainey desconvocó el boicot, porque afirmaba que no era serio decir que no correrían después de haber enviado a De Radigues y decir que sí lo harían. Ellos, los pilotos, habían hecho mal su trabajo (concretamente De Radigues) y tenían que apechugar con ello. Lawson enfureció, porque le parecía muy peligroso, y porque pensaba que Rainey solo defendía sus intereses. Lo cierto es que Rainey necesitaba los puntos de esa carrera (que luego ganó) para remontar en la tabla a Doohan, convaleciente aun de su caída de Assen.
Lawson se retiró, y un año después ocurrió la desgracia de Misano. Con el tiempo, que todo lo cura, han retomado su relación. Siguen siendo amigos.